Rito pagano relacionado con los ciclos de la naturaleza que ha perdurado hasta nuestros días. La llegada del solsticio de verano, el día más largo del año, se celebra desde épocas inmemoriales. En aquel entonces, se adoraba al sol y a elementos de la naturaleza, básicamente porque se vivía a merced de ellos y porque las labores se organizaban en función de las estaciones del año, sobre todo desde la introducción de la agricultura. Posteriormente, con la llegada del cristianismo, se «rebautizaron» los ritos paganos con nombres de santos (día de San Juan y Santo Tomás para los solsticios de verano e invierno respectivamente).
Las cosechas están para recogerse y es el momento de recolectar plantas y cereales. Los árboles nos protegen de los rayos de las tormentas y nos protegerán de los males de todo el año.
Con el fuego tratamos de alargar el día; que el dios Sol gane a la noche. Pero el fuego también es purificador, quema lo malo y protege las cosechas, que están a punto de recolectarse, de plagas y enfermedades.
El agua de la noche de San Juan es especial. Ayuda a combatir y a prevenir enfermedades de la piel y a limpiarnos internamente. En Euskal Herria ha sido común lavarse con agua del rocío de esa noche, andar descalzos por las campas y beber de las fuentes una vez pasada la medianoche.
La noche de San Juan de 2021 la celebraremos en el Parque Etxebarria. A partir de las 22:00, haremos una representación musicada en la explanada del parque. Al ser aforo limitado, hay que inscribirse previamente mediante este formulario.
