En vísperas de la 40 edición de la Aste Nagusia, Bilboko Konpartsak dispuestas a darlo todo

Hoy, cuando quedan ocho días para Aste Nagusia, las konpartsas que forman Bilboko Konpartsak hemos dado comienzo ya al montaje de las txosnas. Y en esta edición de 2018, hemos destacado el 40 cumpleaños de Marijaia. Cuando acaban de comenzar los trabajos del montaje del espacio festivo de la Aste Nagusia, Bilboko Konpartsak hemos realizado su presentación hoy en el Arenal.

 

Aunque a estas alturas parezca increíble, hubo un tiempo en que no había Aste Nagusia, un tiempo en que Bilbao en agosto era un lugar inhóspito, una villa desierta y fantasmagórica de la que todo el que podía escapaba sin mirar atrás; la larga dictadura de Franco había sido muy efectiva a la hora de extender un deprimente manto gris plomo que cubría todos los aspectos de la vida ciudadana, también el festivo.

Pero en 1978 pasó algo. Algunas personas llenas de colores decidieron que había llegado el momento de repintar la realidad, así que se organizaron y sin pedir permiso a nadie, se pusieron manos a la obra. Aste Nagusia no vino sola. Como suele pasar con todas las cosas buenas y necesarias, hubo que traerla. Y no fue fácil.

Marijaia celebra ya 40 años desde que apareció en Begoña por sorpresa, en un Dyane 6 descapotable, y son numerosas las razones para la celebración.

La presentación de hoy también se ha hecho en lengua de signos; y es que este año konparseras y konparseros hemos realizado talleres para poder ofrecer una información mínima también en lengua de signos a aquellas personas que se acerquen. En todo caso, incluso en lengua de signo podemos entender perfectamente la alegría y disfrute que transmite ese gesto ya tan nuestro: los brazos en alto de Marijaia; símbolo de Aste Nagusia, de abrazos y bienvenidas.

Hoy también, konpartseras de todas las edades y generaciones hemos mostrado los cuarenta carteles de las ediciones de Aste Nagusia, y hemos manifestado nuestra disposición a seguir, por lo menos, otros cuarenta años más. Frente a los medios de comunicación presentes, hemos expresado con orgullo cómo el modelo festivo de Bilbao es extraordinario.

También hemos tenido que reconocer que no siempre ha sido un camino fácil. Hemos sufrido ataques contra el modelo festivo, prohibiciones e intentos de privatización y, como no, todos los años el palo en la rueda, bien con excusas burocráticas o políticas, con la mera intención de complicarnos el trabajo. Aún así, por encima de todas las dificultades, persisten las ganas de construir, las miles de horas de trabajo voluntario de la gente de las konpartsas y la participación imprescindible de la ciudadanía. Pues ese es nuestro objetivo, por encima de tristes y cenizos, seguiremos pintando Bilbao de color durante muchos años, haciendo entre todas las que son las mejores fiestas del mundo.

2018 promete ofrecer una Aste Nagusia, una vez más, espectacular. Y para ello ya están en marcha más de 400 personas de 28 konpartsas, montando durante diez días, ultimando los preparativos de un trabajo que se extiende a lo largo del año. Se trata de un esfuerzo colectivo por unas fiestas populares, participativas, euskaldunes y feministas y esperamos que la Aste Nagusia sea reflejo de todo ese trabajo.

Por todo ello, aunque esta vez Marijaia no llegará en un Dyane 6, allí estarán todas las gentes de Bilbao y de las konpartsas igualmente en la plaza del Arriaga, esperándola, deseando celebrar su 40 cumpleaños como si fuera la primera vez. Porque cuando salga al balcón, con el estallido del txupín, todas, pequeñas y mayores cantaremos a una sóla voz:

Gora Aste Nagusia!

Gora Mari Jaia!

 

Iconos y ansia de fiesta de Aste Nagusia

En 1977, 5.000 juerguistas con instrumentos musicales tomaron las calles de Bilbao, para demandar fiestas populares. Fue el postrero intento de los realizados en los años anteriores por variados agentes sociales. Pronto lo que no era más que un mero sueño se convertiría en realidad.

En 1978, las vecinas se reunieron y cada cual organizó su comparsa, cosió trajes, contruyó txosnas, en la calle, siempre en la calle… y por primera vez se celebró la Aste Nagusia, popular, a través de la Comisión Popular de Fiestas; la fiesta se extendió por todo Bilbao y las bilbainas llenaron la urbe de colores. Entonces también nacieron los tres iconos de la fiesta: Marijaia, la Txupinera y el Pregonero.

En 1980, volvió la reacción, pero las vecinas no le permitieron devolvernos a un triste color plomizo.

En 1981, nació la Comisión Mixta de Fiestas, formada por Bilboko Konpartsak y las representantes del Ayuntamiento de Bilbao. Posteriormente, se sumarían otros agentes sociales. A veces con trabajo en común y en otras ocasiones enfrentadas, la comisión ha permitido que el modelo festivo se desarrolle, aunque hemos debido superar trabas municipales en numerosas ocasiones.

Ese mismo año, nació el certamen de fuegos artificiales, a petición de las comparsas.

En 1983, las inundaciones se llevaron a Marijaia, las txosnas y muchas de las posesiones de las bilbainas, pero fortaleció el compromiso de las comparsas para con el pueblo, e incentivó el trabajo comunitario y la cooperación entre todas las bilbainas. Fue un año teñido de barro, pero también de esperanza.

En 1997, se escucharía, por primera vez, la canción mundial creada por Edorta Jimenez y Kepa Junkera.

Bilboko Konpartsak.

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